Nacimos en el año 2000 con la firme convicción de posicionar a Rosario y su región como un centro de referencia internacional en el desarrollo científico y la innovación tecnológica a través de nuevas formas de gestión que articulen los ámbitos público, privado y científico.
Un Acta Acuerdo firmada el 8 de septiembre del año 2000, daba inicio a este camino que hemos emprendido junto a la Municipalidad de Rosario, el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, las Universidades Nacional de Rosario y Tecnológica Nacional y las más de 100 empresas socias que hoy integran la institución.
Sólo tres años después de esa firma, lográbamos la aprobación de los estatutos y la Inspección General de Personas Jurídicas nos otorgaba la personería Jurídica.
Iniciamos nuestras actividades en una pequeña oficina ubicada en el centro de la ciudad, luego, la nueva sede sería el Centro de Innovación y Desarrollo Local (CIDEL). Finalmente, y alcanzando uno de los objetivos más buscados, logramos poner en marcha y radicarnos en el Parque Tecnológico Zona i.
Nuestra historia está siempre vinculada a la ciudad y la región que nos vio nacer. “El mayor compromiso con la ciudad y la región es no detenerse. Los contextos suelen ser adversos y complejos, ya sea por factores económicos, sanitarios, regulatorios, crisis globales, etc. El camino para un desarrollo sustentable a veces parece el juego de la oca, con avances y retrocesos, pero haciendo un balance general, hemos avanzado mucho. Por eso es importante no detenerse y siempre tratar de articular con todos los actores del ecosistema, para tomar las mejores decisiones posibles en los contextos que nos tocan afrontar”, nos invita a reflexionar el presidente del PTR, Juan Pablo Manson.
Este es un camino compartido entre todas y todos quienes formamos parte de la institución. Un camino de dedicación y arduo trabajo, pero también de grandes logros y crecimientos. Nos llena de orgullo reunir a esa comunidad que cada día apuesta a la innovación, al desarrollo, al crecimiento conjunto, a la generación colectiva de conocimientos.
Es mucho el trabajo que queda por delante, pero ser conscientes del camino recorrido es fundamental para repensarnos como institución y reconocer el esfuerzo de quienes han dedicado largas horas de trabajo para alcanzar objetivos.
Nuestro presidente, Juan Pablo Manson, nos insta a tener en cuenta dos aspectos fundamentales: “Reinventarse e involucrarse. El primer mensaje tiene que ver con la innovación permanente. Estamos en un sector donde las cosas cambian muy rápido y las tecnologías se vuelven obsoletas. Los espacios de confort o la urgencia permanente, atentan contra los procesos de innovación, que deberían ser permanentes para encontrar los modelos de negocios que hagan sostenibles a las empresas.
Lo de involucrarse es necesario para poder aportar a que las cosas cambien o mejoren. Nuestra institución es un espacio permanente para eso y posee diversos ámbitos para lograrlo. En la medida que más actores se sumen y se comprometan con el desarrollo local, seremos más fuertes para conseguirlo”.