Carlos Cerrutti es presidente de la empresa BLC SA y de 2006 a 2010 se desempeñó como Presidente del Polo Tecnológico. Su experiencia en la Comisión Directiva y su visión como miembro activo de la institución en esta nota.

¿Cómo fue su primera vinculación con el PTR? 

Nosotros somos uno de los 3 fundadores del Polo, en el año 2000 en la ciudad había cierto clima que se generaba a partir del convencimiento de que la ciudad se posicionara como una región que apostaba al desarrollo del conocimiento.

Ese clima ya estaba en la ciudad, en el sector público, en el empresariado y en las universidades. Era algo que se veía venir. Y hubo un elemento catalizador que fue la radicación de Motorola en Córdoba. La empresa estaba analizando  en qué ciudad argentina radicarse, miró Rosario, Buenos Aires y Córdoba. Ese fue un factor motivador importante porque nos terminamos de convencer de que era necesario empezar a trabajar en rosario. A raíz de esa decisión se formo un grupo, compuesto por  3 empresas, el gobierno provincial y municipal, la UNR y UTN y Fundación Libertad. Así fundamos el Polo Tecnológico Rosario.

 

¿Y su paso por la presidencia del Polo?

A partir de la fundación nos mantuvimos formando parte de la institución y así fue que en el año 2006 tuve la suerte de ser propuesto para Presidente en dos períodos, 2006/2008 y 2008/2010. Fueron años muy duros al principio, después todo se empezó a consolidar y se empezaron a sumar empresas. Pasamos de 3 a tener 100 empresas socias hoy. El Polo viene haciendo un camino desde su fundación.

 

¿Qué elemento considera clave en la vida del PTR?

La participación de los socios es sin dudas un factor clave, creo que es el pilar fundamental. Somos 100 empresas, de distinto tamaño y de distinto estado de desarrollo. El Polo es una institución muy útil para todos y particularmente para los que están empezando, porque les puede aportar conexiones, visiones, apoyo. Hoy todavía no estamos aprovechando al máximo ese potencial y eso es muestra de la necesidad de que sigamos participando e involucrándonos.

 

¿Ese sería un camino a profundizar?

El Polo tiene que poner énfasis en aumentar la participación activa de los socios y seguir sumando empresas. No sólo del área software o bio, también de comunicación e ingeniería y otras de sectores más tradicionales con áreas de investigación. Creo que ese es el camino, aumentar la base de socios y la vinculación entre socios. La visión del Polo es hacer que  Rosario sea una ciudad que apuesta al conocimiento con convicción.

 

¿Qué aporta a la empresa formar parte de la Comisión directiva de la institución?

Es un compromiso muy fuerte, y tanto lo es que uno tiene  la sensación de que es necesario que se sume gente joven. Es  por eso  que el Polo no repite presidente por más de dos períodos.  Lo que se necesita es gente nueva. Por eso es importante que se involucren los socios y se sumen a la Comisión para aportar su visión. Así como uno con los años sufre presbicia, también se sufre presbicia tecnológica, los jóvenes traen consigo la tecnología y vislumbran para dónde va, y ese es un aporte fundamental.

 

¿Qué siente  importante de su paso por la presidencia?

La  gran satisfacción de haber puesto mi grano de arena para que la institución siga evolucionando, el haber aportado a que ese proyecto de que Rosario sea una ciudad tecnológica se vaya concretando y quizás uno se lleva la asignatura pendiente de no haber sumado más gente a la vida activa.

 

¿Qué espera de las próximas elecciones?

Espero que la gente se sume y se anime a participar. Lo que hay que dedicar es energía en el momento en que se participa. Que el Polo pueda usufructuar la visión y energía de gente joven que se suma a la Comisión Directiva o a la vida activa del Polo.